domingo, 27 de noviembre de 2011

SIN TITULO

Rendidos a si mismos.
Inventando trampas para caer en ellas.
Un animal no degollado se negó a ser entrenado.
Concebido en un tramo prefabricado.
Rodeado de las comodidades de un moderno esclavo.
De laberinto en laberinto escucho historias de suicidios fallidos,
de cicatrices de seres queridos.
Unas permancen, otras desaparecen.

Veo desde mi aislamiento una ola amorfa de porquería humana arrastrando sus babosas vísceras,
hediendo a orina, licor y carne podrida.
Bocas bebiendo de pantanos negros.
Dedos sangrando, arañando el asfalto, buscando centavos.
Sodomizados y sodomizando con gangrenosos apéndices, derramando pus seminal.

Quienes lactaron de sus pezones de plástico
escupen dientes durante las tormentas de nieve
y vomitan lagunas de bilis los viernes.

(Escrito en el 2005)